Mi abuela murió el viernes 19 de septiembre, fue una gran pérdida, era como mi segunda mamá, aunque si la aproveché y la quise mucho, aun así sigo en shock. La extraño, la voy a extrañar demasiado. Sus comidas eran las mejores, jamás se podrán recrear, ya que cada quien tiene su toque en la cocina pero aún así, me da mucha tristeza. No puedo creer que mi abuela se fuera, aunque siento que era mejor así; ya que mi abuelo, esposo de mi abuela, murió hace 4 meses, también fue una pérdida bastante inesperada pero la de mi abuela fue como un golpe sin avisar y la verdad dolió más, a todos, hasta vinieron tías que jamás en mi vida había visto y me encariñé muchísimo con ellas en tan poco tiempo que estuvieron en el novenario. En esta foto, es la perrita de la casa donde vivía mi abuela antes de morir, y la perrita la espera todos los días mirando por el balcón. Aquí iba en camino al novenario y en el camino llovió.